Lavando coches.

En el campo, rubia, con un vestido corto que deja entrever su grandeza sin enseñarla, enciende la radio portátil, la deja encima de la segadora y se arrodilla para sintonizarla. Se acerca a la manguera y la agarra con decisión, lo ha hecho muchas veces antes, y la manipula hasta que empieza a salir agua.

Rocia el coche y después se arrodilla para enjabonar la esponja y acariciar la carroceria con ella, limpia el tapacubos cromado que refleja sus rodillas descubiertas. Se agacha para volver a enjabonar la esponja y deja entrever el escote que a penas puede contener el movimiento de sus pechos. Empieza a frotar el capo, echándose encima de el, acostándose en el, la falda sube, los muslos aparecen, sabe que la miran, es lo que quiere. Escurre la esponja y se derrama sobre su vientre la espuma, la esparce, se ha mojado entera, las piernas brillan, se mira las manos blancas. Se echa agua en las manos para quitar la espuma, y aprovecha para beber directamente de la manguera, sus labios quedan mojados y mira a su público inocentemente.

Ha acabado, ha limpiado el coche, apaga la radio, y se marcha.


Ella es Joy Harmon en una escena de "La leyenda del indomable", la peli de Paul Newman más conocida por la competición de comer huevos duros. Una de las escenas más sexuales de la historia del cine, ella no limpia el coche, se lo folla.


"Cool Hand Luke", Stuart Rosenberg, 1967.